Celulares que convierten una televisión en computadora

“Ambicionamos un mundo donde los teléfonos puedan ser la fuente de poder de muchas pantallas y experiencias, donde cada pantalla pueda convertirse en una PC”, dijo a The Verge Keri Moran, manager de producto en Microsoft.
De eso de trata Continuum for Phones, la apuesta de Windows para convertir a un teléfono inteligente en una computadora completa con sólo conectarlo a un monitor. La idea no es completamente nueva, pues desde 2011 el Motorola Atrix había incursionado con una convergencia de teléfonos y PCs, aunque con características muy básicas.
Después lo siguió la propuesta de Ubuntu, Canonical, que quería mostrar un Ubuntu completo en un monitor al conectar sus teléfonos. Sin embargo, la opción terminó sin cuajar, seguramente por la poca participación de Ubuntu en el mercado.
Windows, que tiene al 2% del mercado utilizando teléfonos con la versión móvil de su sistema operativo, planea utilizar su liderazgo en el escritorio, con más de 75% de la cuota de mercado mundial para impulsar la adopción de Windows 10 para móviles y lanzar nuevos teléfonos de gama alta capaces de convertir en computadoras completas a los monitores.
Además de esta posibilidad, Microsoft está impulsando fuertemente la creación de aplicaciones universales que funcionen lo mismo en una computadora como en un teléfono o incluso en objetos del Internet de las Cosas, por lo que el futuro que esta empresa propone se enfoca hacia la universalidad.
Computadoras hechas holograma

La idea general al hablar de las computadoras del futuro es siempre un sujeto moviendo las manos frente a una serie de hologramas, dar unos toques en el aire y presionar comandos inmateriales mientras pone cara de interesante.
Bien, crear un mundo computarizado frente a tus ojos es lo que propone Microsoft con HoloLens, un casco de realidad aumentada presentado en enero de 2015 pero con mucho camino por recorrer antes de convertirse en un producto de masas. Ahora mismo, la propia empresa no sabe qué aplicaciones pueda tener, y está trabajando con universidades y centros de investigación para descubrir su potencial futurista.
HoloLens, sin embargo, abre el camino a una computación holográfica real y con fines hacia el usuario, al menos de aquí a 5 años, según las predicciones de Microsoft. Otras empresas, como Apple, presumiblemente trabajan en dispositivos holográficos, por lo que en unos años más imitar a Iron Man manejando sus hologramas podría ser posible.
Computación cuántica

Cuando los chips sean tan pequeños que la información que guarden se pueda escapar de sus fronteras en forma de átomos entonces la computación cuántica será más que necesaria. Por fortuna, las empresas tecnológicas están trabajando para que las computadoras cuánticas sean una realidad, al menos, para los próximos 10 años.
La computación cuántica, como ya analizamos una vez en Geekpunto, reemplaza al bit por el qubit como medida básica de información. El qubit –bit cuántico- abre un universo de posibilidades porque a diferencia de los bits clásicos es capaz de existir tanto como un uno como un cero, igual que como un número infinito entre ambos superpuestos a la vez.
Eso le permite procesar mayor cantidad de datos en un tiempo prácticamente instantáneo, pero también es todo un reto de física cuántica para los científicos que trabajan en su manipulación.
En la actualidad, existen en todo el mundo tres supercomputadoras cuánticas, valuadas cada una en 15 millones de dólares y que son manejadas por Google, la NASA y empresas de inteligencia artificial. Su valor reside en la capacidad de procesamiento de cálculos complejos y se espera que en el futuro ayuden en temas como la exploración espacial, la meteorología o la medicina, así como en la seguridad.
Computadoras que… están en todos los objetos

Microsoft imagina un futuro donde prácticamente todos los objetos sean computadoras. Una mesa de cocina, el menú de un restaurante, el cristal de una ventana y una pulsera son algunos de los objetos comunes que se convertirán en computadoras, y ofrecerán diferentes experiencias de uso y aplicaciones prácticas.
Eso se parece también al panorama que personas como la presidenta de Intel, Renee James, augura para los celulares del futuro: de aquí a 20 años todos los demás objetos serán inteligentes, por lo que los celulares como tales dejarán de existir.
Impulsado además por el Internet de las Cosas, es muy probable que la tecnología llegue a un punto donde la barrera entre un dispositivo wearable, un smartphone y una computadora se derribe y todo sean objetos inteligentes a manipular, computadoras diseñadas para atender diferentes necesidades de la vida diaria y también enfocadas a la productividad.
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